Así lo advierte el mapa del World Resources Institute: para 2050, grandes regiones del planeta sufrirán estrés hídrico extremo.
En ese escenario, donde la demanda de agua superará con creces su disponibilidad, la agricultura se convierte en el epicentro del problema… y también de la solución.
El estrés hídrico no solo reduce los rendimientos:
• Degrada la salud del suelo
• Limita la eficiencia de los insumos
• Compromete la resiliencia de los cultivos
Frente a este panorama, la bioestimulación emerge como una herramienta clave, basada en compuestos naturales que:
• Mejoran la eficiencia del uso del agua a nivel celular y radicular
• Refuerzan los mecanismos fisiológicos ante sequías prolongadas
• Mitigan la pérdida de humedad en el suelo
• Sostienen la productividad bajo condiciones de alta presión ambiental
En naturKhem, desarrollamos formulaciones capaces de:
• Aumentar el rendimiento del cultivo de uva hasta un 60% en zonas con sequía severa y mala calidad de agua
• Mejorar de forma sostenida los resultados entre cosechas año tras año
La innovación no puede esperar al 2050. La adaptación empieza hoy.